Ahora hablaremos sobre el futuro de la legislación regulatoria en Europa, un tema muy interesante a tratar si queremos expandirnos y para también, conocer el futuro escenario regulatorio en Europa.
Un buen artículo de FT titulado "Cómo las grandes tecnológicas están perdiendo la guerra antimonopolio con Europa" describe el entorno legislativo futuro para las empresas tecnológicas de la UE y cómo las grandes tecnológicas no podrán, a pesar de sus fuertes campañas de cabildeo para lograr un cambio sustancial. .
Los dos paquetes legislativos básicos, la Ley de Mercados Digitales (DMA) y la Ley de Servicios Digitales (DSA), deberían tratar de equilibrar el entorno regulatorio y, en el primer caso, regular la competencia y promover la aparición de competidores más pequeños en lugar de sofocarlos. Por parte de las grandes corporaciones y, segundo, regular fundamentalmente cuestiones relacionadas con la privacidad y la utilización de datos.
Estamos hablando, posiblemente, de lo que serán las modificaciones más importantes de la era digital, desarrolladas cuando ya hemos tenido la oportunidad de entender qué efectos secundarios ha tenido sobre el mundo que conocíamos la irrupción de compañías enormes capaces de monopolizar áreas enteras de negocio, de plantear plataformas con sus propios conjuntos de reglas, o de crear modelos de negocio basados en la explotación de los datos de los usuarios que pueden, en ocasiones, terminar en auténticos abusos. El hecho de que sea precisamente la Unión Europea la que se plantea el ámbito de esa legislación, cuando ha sido históricamente el territorio más proactivo en ese sentido y el que, más adelante, ha terminado por ser imitado tanto en los Estados Unidos como en China, proporciona a la cuestión una importancia todavía mayor.
Desde el lado de las big tech, que desde el primer momento han percibido estas modificaciones del panorama legislativo como una amenaza y que han ido experimentando a lo largo del tiempo los efectos de un clima cada vez más desfavorable y con multas progresivamente más importantes, han intentado actuar de todas las maneras posibles sobre el desarrollo de los paquetes legislativos, con cientos de reuniones con los legisladores y muchos millones invertidos en acciones de lobbying. Sin embargo, la percepción, a medida que los paquetes legislativos avanzan, es que sus esfuerzos han sido mayoritariamente en vano, y que las modificaciones que han ido incorporando las propuestas no son debidas a sus acciones, sino a la interacción normal del entorno político europeo. De hecho, la mayor parte de las quejas de las big tech tienen que ver con ámbitos que han ido siendo cubiertos a lo largo del tiempo en los sucesivos casos a los que han tenido que enfrentarse en la Unión Europea: temas de competencia, de abuso de posición dominante, de respeto a la privacidad, etc.
Ahora, la gran pregunta es clara: servirá el nuevo entorno regulatorio para que puedan surgir en el contexto de la Unión Europea nuevas compañías que lo aprovechen, o seguiremos teniendo como actores dominantes a compañías que pudieron explotar entornos regulatorios completamente laxos en países como Estados Unidos o China, en fases previas a su regulación? ¿Es el emprendimiento tecnológico el resultado de agujeros legislativos que permiten una explotación que, más adelante, termina por ser regulada? La respuesta a esa pregunta, si la formulamos de la manera adecuada y a los actores pertinentes, nos permitiría extraer conclusiones sumamente interesantes…
Perfecto post!
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